Ahora que vas a poner tu negocio, algo muy importante que debes de aprender es la diferencia entre activos y pasivos.
En términos simples el activo son todos aquellos bienes de los que dispones. Ejemplos de activos son los siguientes:
- Dinero en efectivo
- Dinero en bancos
- Centenarios de oro, onzas de plata, etc.
- Inversiones
- Cuentas y documentos por cobrar
- Títulos de crédito por cobrar (pagarés, cheques, letras de cambio)
- Inventarios y mercancías
- Bienes muebles (coches, computadoras, electrodomésticos, etc.)
- Bienes inmuebles (terrenos, casas, edificios).
Un pasivo significa una deuda, es decir, la
obligación de pagarle a alguien en efectivo o en especie. En pocas
palabras, es el dinero que debes.
Ejemplos de pasivos:
- Deudas con tarjetas de crédito
- Cuentas y documentos por pagar (ejemplo, un pagaré que hayas firmado a favor de alguien)
- Créditos hipotecarios
- Rentas
Mucha gente que está pagando su casita de Infonavit a cómodas mensualidades cree que tiene un activo porque ya tiene una casa. Pero está en un error. Mientras la estés pagando no es un activo, es un pasivo ¿por qué? Por el simple hecho de que la estás pagando. Cuando la termines de pagar, ahora sí podremos decir que es un activo. Y lo mismo aplica para todas las cosas que compres a crédito, como celulares, coches, etc.
Ojo, no quiero decir que los pasivos sean los malos del cuento y que hay que evitarlos a toda costa. De hecho, si los manejas sabiamente, son un excelente medio para hacerte de bienes.
Entender la diferencia entre activo y pasivo es de vital importancia, pues ello te permitirá detectar cuáles son tus principales ingresos y cuáles son tus principales gastos y fugas de dinero. Asimismo, esto te ayudará a planear un presupuesto e interpretar los estados financieros que te dé tu contador.
Por lo pronto, te dejo esto de tarea: apunta cuáles son tus principales ingresos y bienes y cuáles son tus principales gastos y deudas. Eso te ayudará a detectar tus activos y tus pasivos.
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